Griegas
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Últimos temas
» Universe infinity - Afi elite confirmacion
Fan fic original EmptyJue Jul 28, 2016 3:57 am por Invitado

» Time To Famus { Confirmación Hermana}
Fan fic original EmptyMar Jul 26, 2016 8:34 pm por Invitado

» La Biblia en versos || 0|2
Fan fic original EmptyMar Jul 26, 2016 5:28 pm por Invitado

» Mar de Jaspia [Confirmación Élite]
Fan fic original EmptyMar Jul 26, 2016 12:29 pm por Invitado

» Riddle of Fate - Confirmación elite
Fan fic original EmptyMar Jul 26, 2016 5:10 am por Invitado

» Paris Je T'aime # Confirmación Élite
Fan fic original EmptyMar Jul 26, 2016 3:16 am por Invitado

» Sibenum Academy (Confirmación Elite)
Fan fic original EmptyMar Jul 26, 2016 1:43 am por Invitado

» Registro de grupo
Fan fic original EmptyMar Jul 26, 2016 12:57 am por El presidente

» The Prophecy (Confirmación de afiliación élite)
Fan fic original EmptyMar Jul 26, 2016 12:56 am por Invitado

Afiliados del Foro
Afiliados hermanos 2/5
Directorios y Recursos
Afiliados Elite 5/44
Fan fic original NpkRd9U

Fan fic original

Ver el tema anterior Ver el tema siguiente Ir abajo

Fan fic original Empty Re: Fan fic original

Mensaje por El presidente Lun Jul 18, 2016 11:16 pm


Griegas
Trilogía fan fic en que está basado este foro


Capítulo 1


Jadeo al escuchar un nuevo avión sobrevolar nuestra posición. Mi estómago se retuerce en mi interior. Deseo vomitar pero sé que si lo hago no podré estar alerta cuando me necesiten a la hora de escapar.

Tomo con fuerza la cintura de mi hermano pequeño que descansa sobre mi pecho. Tan solo tiene dos años y ya ha vivido más horrores de los que se merece.

Mis ojos se nublan. Aprieto su cuerpo al mío y me imploro internamente que no me deje vencer por la desolación. Debo contener las ganas de llorar o Ben hará lo mismo.

Bajo mi mirada un instante a sus ojos y le guiño uno para que se tranquilice. Vuelvo a mirar hacia el cielo. No hay ningún avión. Izquierda y derecha. No parece que ningún foco esté cerca de donde estamos escondidos.

Es ahora o nunca.

Alzo su cuerpecito hasta dejarle hecho un ovillo sobre mi pecho y corro tan rápido como mis piernas de gelatina me permiten. El vaho me delatará por lo que intento esconder mi boca dentro del jersey de cuello alto. Los zapatos me hacen daño en el contacto con las piedras que forman el suelo. Parecen de papel pero he tomado la determinación de que aunque me sangren los pies no dejaré de correr. Debo huir.

Las enormes alambras me hacen temblar de pies a cabeza pero me recuerdo a mí misma que la puerta se abrirá. Tiene que abrirse.

A lo lejos empiezo a escuchar los ladridos de los sabuesos. Me han olfateado. ¡Mierda! Espero que estén lo suficientemente alejados como para no alcanzarme tan rápido como cabría esperarse.

Tapo la boca de Ben con mi mano libre para que así el vaho no desvele nuestra posición a los guardias. Él me da pequeños mordiscos jugando y le sonrío para que sepa que yo también deseo jugar aunque no sea el momento en absoluto.

Llego hasta la enorme y pesada puerta. Miro hacia todo lo que deseo dejar atrás y el pánico se apodera de mí cuando unas fauces se abren sedientas de agarrar mi pellejo.

Los focos se mueven a la vez e iluminan mi cuerpo que protege con desesperación el de mi hermano.

- Vamos… -susurro esperando que aquellas puertas se muevan.

Aprieto mi mandíbula y empujo con mi espalda con las pocas energías que me quedan tras la carrera. Grito y lloro de importencia hasta que las enormes portezuelas se comienzan a mover. ¡Sí. Al fín podré escapar de este lugar!

Todas las alarmas se disparan. Escucho los gritos de guardias enfadados por no haberse dado cuenta que dos chiquillos están intentando huir.

- Por favor… -musito desesperada.

Unas manos aparecen deses el otro lado de la puerta. Sé que es ella. Es mi tía la que me ha conseguido convencer de escapar hoy de aquel lugar. Miro hacia donde está su rostro y mientras mis pupilas se acostumbran voy distinguiendo sus ojos, sus facciones y su sonrisa de triunfo.

Por esa rendija no puedo pasar pero Ben sí. Ben podrá estar ya a salvo. Le entrego a mi hermano y ella lo abraza con ansiedad por haber estado tanto tiempo separados. Sonrío levemente al verlo.

- ¡Es la número 465! -grita uno de los guardias más cerca de lo que esperaba.

- Lo siento - susurra una voz a mi lado.

A mi derecha, mi tía me mira con tristeza y llorando mientras que comienzan a cerrar la puerta.

- ¡NO! -grito intentando volver a abrirla.

No pueden dejarme allí. No pueden abandonarme. Me prometieron que me ayudarían a huir, que iría con ellos.

- ¡No, tía no! -grito desconsolada mientras que la rendija se hace cada vez más pequeña.

- ¡Liz!

- ¡BEN!

Prácticamente no puedo ni sacar la manos para volver a agarrar su manita. Lo intento pero no surte efecto. En su lugar siento una mordida en mi pierna.

Grito de dolor y bajo mi mirada hasta aquel chucho salvaje que me está mordiendo la pantorrilla. Muevo la pierna instintivamente pero cada vez que lo hago sus dientes se clavan más en mi carne.

- ¡Maldito perro! ¡Suelta! -chillo.

Otro de ellos salta y me cubro la cara con mis brazos haciendo que este muerda mi antebrazo. Vuelvo a gritar al sentir como desgarra mi carne con esas mandíbulas tan fuertes.

- ¡Soltadla!

Un guardia ha pedido clemencia para mí desde unos metros atrás. Agarro mis heridas comprobando que no se han llevado ningún trozo de mi carne y salgo corriendo hacia uno de los lados libres donde no están los perros, arrastrando mi pierna malherida. Sé que si los guardias me cogen será mucho peor que ser mordida por dos perros locos.

Me choco contra un peto duro que me hace saltar sobre mi pierna maltrecha. Miro hacia arriba y observo los ojos marrones de uno de los guardias.

- ¿Dónde ibas?

- Tan solo daba una vuelta -respondo.

Ríe y me golpea con la culata de su arma. Siento un punzante dolor en mi sien y cómo caigo al suelo de piedras afiladas. Me duele todo el cuerpo. No me quejo porque en mi mente sé que recibiré algo mucho más horrible.

- Llevadla al 2. Vamos a enseñarle qué sucede con los desobedientes y los mentirosos -ordena uno de los guardias.

Me pega una patada en el estómago y me escupe en la cara para después caminar por los cantos acariciando el pelaje de los perros que me mordieron.

Sin cuidado alguno, me arrastran por las piedras hasta el 2. Ojalá pudiese perder el conocimiento ahora para no enterarme de nada. No quiero verlo. No quiero escucharlo. No quiero sentirlo. Solamente un pensamiento me ayuda a sentirme más tranquila. Ben ya no está en este horrible lugar.

© HARDROCK
El presidente
El presidente
Mensajes : 33

Fecha de inscripción : 16/07/2016

https://griegas-rol.activo.mx

Volver arriba Ir abajo

Ver el tema anterior Ver el tema siguiente Volver arriba


Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.